Dado a que el metro cuadrado más caro del país lo ofrece Bogotá, la modalidad de arriendo permite vivir cómodamente en barrios exclusivos. Y, aunque el proceso de alquilar un inmueble es mucho más fácil que la exigencia de los trámites de comprarlo, es necesario saber que las agencias inmobiliarias también tienen requerimientos exigentes y el papeleo puede alargarse.
A continuación se presenta un listado de consejos para facilitar el arriendo de una vivienda:
1. Tener los papeles al día
La mayoría de las inmobiliarias, por política, exigen al interesado acreditar ingresos certificados que equivalgan al doble del canon de arriendo. También se debe presentar un fiador que tenga finca raíz y a su vez, ingresos equivalentes al doble del canon de arrendamiento.
¡Importante! En Bogotá existen empresas fantasmas dedicadas a vender certificados de ingresos de falsos codeudores. Ante esta situación siempre hay que denunciar, porque quien incurra en este tipo de delitos deberá responder ante la justicia.
Pese a que las inmobiliarias cuentan con aseguradoras que estudian la validez de los documentos presentados, los “pillos” muchas veces logran salirse con la suya. Los costos de este tipo de documentación falsa, va desde 150.000 pesos hasta aproximadamente 2.000.000 de pesos colombianos.
2. Buscar una buena ubicación
El barrio es sin duda es una de las variables más importantes, por lo cual hay que decidirse por el más seguro y el más cómodo, es decir que ofrezca satisfacción a las necesidades de quienes habitarán la casa.
La mayoría de las casas en arriendo en Bogotá son antiguas, lo cual representa una ventaja si busca una vivienda cómoda y amplia, ya que los nuevos proyectos inmobiliarios resultan ser mucho más pequeños.
Vivir en un barrio que esté cerca del trabajo o del lugar de estudios, significa una inversión en calidad de vida.
3. Compartir la casa con más personas
Hay quienes buscan compartir la vivienda con familiares o amigos para mitigar el alto costo que podría tener arrendar una casa en un buen barrio de Bogotá, como por ejemplo La Soledad, Nicolás de Federman, Chicó, Rosales, Chapinero.
4. ¿Pisos amueblados o no?
El gasto que supone el alquiler, junto a las cláusulas que implica arrendar una propiedad con muebles, llevaría mucho más tiempo que si alquila una casa vacía. La decisión debe meditarse con calma y habrá que planificarse según nuestras necesidades.
5. La negociación
Aunque usualmente el precio ya se encuentra estipulado entre la agencia y el dueño de la propiedad, muchas veces el propietario puede ceder un poco. Siempre podremos llegar a un acuerdo con la inmobiliaria sobre el valor que se podría pagar por el arriendo del inmueble. Intentarlo no está de más.
Bogotá se caracteriza porque no existe una marcación tajante entre sus sectores económicos. De barrio a barrio cambian sustancialmente muchas cosas: el tipo de vivienda, la población, el estrato. Por eso no es raro encontrar barrios como Pontevedra justo al lado de Santa Rosa, el primero siendo un sector costoso de casas tradicionales y el segundo más bien popular, con mucho más comercio.
Y aunque económicamente no se puede hacer una fragmentación meticulosa de la ciudad, en cada barrio si existe la diferenciación clara. Los barrios, aunque se puedan encontrar juntos, casi ni se mezclan. Los apartamentos de Altos de Bella Suiza limitan con El Pañuelito, un espacio ocupado por la descendencia de los canteros de épocas pasadas, y sin embargo, poco tienen que ver uno con el otro.
Además, hay barrios con una demografía especial en Bogotá, como aquellos que están muy cerca de las universidades, como Quinta Paredes, Nicolás de Federman, los cuales limitan con la Universidad Nacional, en donde varios estudiantes se reúnen y alquilan una casa con el objetivo de vivir cómodamente y sin restricciones de horario.
Otro lugar con esta característica, es sobre la carrera Séptima, cerca de la Universidad Javeriana en la calle 45, donde existen muchos edificios que se especializan en el arriendo a estudiantes, porque el sector exige que se abran espacios para este tipo de arrendatarios.