La segunda ciudad más importante de Colombia es Medellín, pues la capital de Bogotá sigue siendo epicentro del país por sus aportes a la economía y a la política del país. Sin embargo, en términos urbanísticos, no hay duda que Medellín es la primera.
Es clave tener en cuenta que los paisas han trasformado su capital y la han posicionado de tal manera que le está ganando a Bogotá en planeación y progreso urbanístico. Caminar por la capital antioqueña, es encontrarse con una metrópolis digna del Siglo XXI, con edificios modernos, muy de vanguardia, con espacios públicos suficientes para los transeúntes y espacios culturales pensados para la integración social.
Sin embargo, sumado a esto, los interesados se encontrarán con una cultura muy particular: un regionalismo interesante que hace posible propuestas como la ‘cultura metro’, que a través de la apropiación e identificación influye para que los habitantes tengan un sentido de pertenencia que trasciende a una cultura ciudadana interesante.
Si bien en Bogotá se encuentran no pocos edificios y grandes estructuras vanguardistas, esta ciudad dista mucho de la planeación de la nueva Medellín, que ha tenido en cuenta el cambio social de sus habitantes. A la capital Colombiana todavía le faltan más personas con sentido de pertenencia. Esto, aun pareciendo un rasgo menor, es determinante para proteger a las metrópolis. Ya que ayuda a que todo perdure, se cuide y se respete más.
Comprar un inmueble en Medellín, es adscribirse a todo un proyecto innovador, vanguardista que impulsa a una ciudad que en otrora era sinónimo de guerra y violencia. Entonces, los propietarios estarán sujetos a un cambio, a hacer parte de un proyecto de ciudad que ha llevado a esta urbe a ser premiada con varios premios internacionales.
La capital de Antioquia es un escenario prometedor para invertir, por lo que propone en el presente y lo que proyecta para el futuro.
*Fuente imágenes: Wiki Commons